Conocida como “La puerta del Atlántico”, lleva el mismo nombre de la provincia de la que es capital, tiene una ubicación privilegiada y cuenta con tantos y tan variados tesoros, que resulta un destino más que apetecible. Si nos remontamos en el tiempo, podemos contarte que en sus entrañas se han encontrado restos prehistóricos y ruinas que demuestran por qué esta ciudad podría ser la más antigua de la península ibérica. Fenicios, griegos y romanos encontraron buen cobijo en ella. En la Edad Media, los musulmanes sacaron partido de su potencial y fue reconquistada por los cristianos, quienes asentaron aquí una buena base de operaciones. Puertos como Palos de la Frontera y Moguer presumen de haber sido fieles testigos de la conquista de América. En resumidas cuentas, te contamos que su inagotable geografía y el devenir de la historia convirtieron a Huelva en una fuente de interés turístico capaz de conquistar a los viajeros más exigentes. Tendrás a tu alcance playas tan paradisíacas como la de Los Enebrales, Matalascañas, Islantilla, Isla Canela o Punta Umbría. Podrás disfrutar del contacto directo con la naturaleza en el internacionalmente aclamado Coto de Doñana, las Marismas del Odiel o la Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Vivirás al máximo la aventura practicando escalada, senderismo, descenso de ríos en kayak, parapente, rutas ciclistas o a caballo y deportes náuticos. ¿Te interesa la historia? La Domus Romana, el Muro de San Pedro, la Catedral, el Convento de Santa María de Gracia, la Ermita de la Soledad, la Iglesia de la Milagrosa, el Ayuntamiento, la Casa del Millón y el Palacio Mora Claros son sólo algunos de los legados culturales que te susurrarán al oído mil y una vivencias. A escasos kilómetros El Rocío, Almonte y muchos otros lugares que no puedes dejar de descubrir. ¿Con tanta actividad se te ha abierto el apetito? Jamón de primera, mariscos de calidad inigualable, deliciosos embutidos, platos sustanciosos como el Potaje de Castañas, el Ajo Gañán o la Caldereta del Condado, elaboraciones más ligeras como el Revuelto de Tagarninas o los gazpachos y salmorejos locales, así como dulces que, además de degustar in situ, te llevarás a casa: Gañotes, Perrunillas, Torta de Hornazo, Huevos nevados… Cuando se terminen, no te preocupes. Podrás volver a por más. En Interbus siempre estaremos encantados de repetir destino contigo.